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El origen del nombre "chiquian"

El nombre de este lugar, al igual que el de otro o de cualquier persona, tiene un origen, siendo este tan antiguo como la misma historia ...

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El nombre de este lugar, al igual que el de otro o de cualquier persona, tiene un origen, siendo este tan antiguo como la misma historia del hombre. Su procedencia puede estar en nombres comunes (algún rasgo físico resaltante, animales típicos, plantas llamativas, creencias del lugar) antiguos que con el transcurso del tiempo, azar, evolución lingüistica de los territorios, etc., han dejado de entenderse; o, también tener su origen en nombres de persona (antropónimos) o derivados de ellos.

El nombre, como se sabe, cumple la misión social de hacer conocer la identidad. En este caso, el origen y significado de Chiquián se pierde en el tiempo; con explicaciones amparadas en la leyenda, con una constante invitación a la investigación.

De las muchas acepciones que habrían originado su denominación, nos parecen significativos dos: Sequian-cocha y chiquia.

El primero –Sequiancocha- alude a la laguna de ese nombre que, hace cientos de años, habría existido en la explanada donde hoy se asienta la ciudad. De las tantas evidencias que refuerzan esta hipótesis resaltamos cuatro:

a. Rodeando a la ciudad encontramos los restos de manantiales que habrían alimentado la antigua laguna: Oro-puquio, Humpay, Parientana y Huamgán.

b. La parte extrema norte de la ciudad termina en profundas grietas, producto del desembalse que habría sufrido la laguna, dada las grandes precipitaciones que colmaron todo su espacio. Las cárcavas y avenamientos que se produjeron y ampliaron, toman hoy los nombres de Chivis, Quiwillán, Mara Urán, Salua Rajra, Alma Rajra Shapash.

c. El mítico manantial de Shapash –al norte de la ciudad de Chiquián-, con abundante agua, que pareciera todo un desagüe hacia el río Aynín, nos dice de la presencia de aguas subterráneas que atraviesan a decenas de metros de profundidad por debajo de la ciudad, generando una serie de leyendas, como aquella que dice de un canal subterráneo que atraviesa por debajo de la actual iglesia.

d. La presencia de dos especies de desagües de la ciudad: Paucarajra (hoy canalizado) y las aguas que bajan por Humpaycuta y atraviesan toda la calle 28 de Julio (más conocido –por este hecho- como Agocalle, por la cantidad de piedras de distinto tamaño y arena que se cubre invierno a invierno). Lluvias torrenciales habrían provocado huaycos que produjeron el embalse de la laguna original y su consiguiente drenaje y desaparición de la laguna conocida como Sequiancocha, quedando como recuerdo su derivado Chiquián.

El segundo –chiquia- alude a una avecilla que trina con su característico chic, chic, chic y que se relaciona con el anuncio de la visita de forasteros que los hogares recibirán. A esta chiquia, o gorrión americano, se le conoce también como pichuichanca; que con su trinar en el patio de las casas y los árboles cercanos alegra el ambiente. De alguna manera simboliza la hospitalidad que caracteriza a las familias chiquianas. El derivado de chiquia, Chiquián es entonces la tierra de las pichuichancas, la tierra donde los visitantes de los pueblos vecinos encontrarán –con toda seguridad- hospedaje y calor hogareño.

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A este se agrega el apelativo de espejito del cielo (gracias a Roberto Aldave) que sintetiza la singularidad de su paisaje y el sentimiento telúrico de sus hijos.

Otro tanto ocurre con sus caseríos: Carcas y Cuspón.

Carcas devendría de Carcash término quechua que significa bosta o excremento de ganado vacuno, empleado por los lugareños, como de otros lugares, como combustible. Según informantes lugareños, el lugar fue un espacio donde los animales de las haciendas vecinas, como San Antonio de Cutacarcas, luego de “tomar agua” se apacentaban dejando las huellas de su presencia, el carcash. Con el tiempo el lugar fue denominado: Carcash, Carcas.

Para el caso de Cuspón su toponimia se asocia a la "Leyenda de los viajeros". El lugar se encuentra a la vera del camino real que une Cajatambo con Chiquián, muy transitado por gentes de diversa condición y con motivaciones distintas. Dada las largas distancias que recorrían los viajeros solían descansar en este lugar, donde las bestias de carga liberadas del peso se revolcaban, acción que en el runasimi significa "jochpún", al que se agrega –como precedente- la existencia del paraje denominado "Inca-Tanan" (donde el inca se sienta o descansa). Es decir, la zona siempre fue lugar de descanso de los viajeros, desde tiempos incásicos, coloniales y republicanos. Aun hoy, a Cuspón los quechuahablantes le siguen llamando "Jochpún".

Así como los nombres de Chiquián, Carcas y Cuspón tienen raíces en términos del quechua, otro tanto ocurre con los parajes actuales como Pancal, Matara, Mojón, Huáncar, Chinchupuquio, Mataracocha, Papun, Humpay, Tupucancha, Puscanhuaro, Huayalpampa, etc.

Fuente: www.chiquianmarka.com